El nombre de la localidad nos remonta a su pasado musulmán, a ello se suman los vestigios de estos poseedores presentes en las paredes del castillo. La fortaleza después de ser bastión defensivo pasó a residencia de los Fernández de Heredia, pero las guerras civiles del siglo XIX le devolvieron a su utilidad inicial.
Bajo el amparo del castillo crece un pueblo donde cada rincón atrae la atención que se merece, entre ellos: la iglesia, el santuario, la ermita, el humilladero y el lavadero.
Los alrededores no dejan indiferente, pues invitan a pasar un día al aire libre donde vivir a ritmo del deporte que nos propongamos: bicicleta de montaña, de carretera, senderismo, esquí o golf, son algunas de las propuestas que nos ofrece el entorno de Alcalá de la Selva y su barrio de la Virgen de la Vega.
Por otro lado el folclore de la localidad conserva un dance propio que se baila en septiembre a la Virgen de la Vega.

 

 

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